martes, 5 de abril de 2016

Técnicas de reciclamiento

Técnicas de reciclamiento
El reciclaje es un proceso cuyo objetivo es convertir desechos en nuevos productos o en materia para su posterior utilización.
Gracias al reciclaje se previene el desuso de materiales potencialmente útiles, se reduce el consumo de nueva materia prima, además de reducir el uso de energía, la contaminación del aire (a través de la incineración) y del agua (a través de los vertederos), así como también disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la producción de plásticos.
El reciclaje es un componente clave en la reducción de desechos contemporáneos y es el tercer componente de las 3R (“Reducir, Reutilizar, Reciclar”).
Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y cartón, el vidrio, los metales ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y textiles, maderas y componentes electrónicos. En otros casos no es posible llevar a cabo un reciclaje debido a la dificultad técnica o alto coste del proceso, de modo que suele reutilizarse el material o los productos para producir otros materiales y se destinan a otras finalidades, como el aprovechamiento energético.
También es posible realizar un salvamento de componentes de ciertos productos complejos, ya sea por su valor intrínseco o por su naturaleza peligrosa.



  PLÁSTICOS: Reciclaje y re-uso del plástico. Si bien existen más de cien tipos de plásticos, los más comunes son sólo seis, y se los identifica con un número dentro de un triángulo a los efectos de facilitar su clasificación para el reciclado, ya que las características diferentes de los plásticos exigen generalmente un reciclaje por separado. El plástico es un material logrado en laboratorio mediante transformación sintética del carbono principalmente pero también del hidrógeno, nitrógeno y oxígeno en combinación con otros elementos que se obtienen del petróleo. 
El plástico es difícilmente biodegradable, por esta razón se convierte en un producto altamente contaminante, más aún si se tiene en cuenta que los plásticos al quemarse producen gases venenosos. 
El 90% de los plásticos es reciclable y podemos encontrarlo en numerosas formas y presentaciones. Sin embargo, debido a su gran variedad, es difícil su clasificación. Es por esta razón que se han acordado símbolos para su identificación que apenas comienza a generalizarse en nuestro país. Estos son los símbolos que podemos encontrar en los diferentes productos elaborados con plástico: 
1.     Polietileno Tereftalato PET. 
2. Polietileno alta densidad PEAD. 
3. Cloruro de Polivinilo PVC. 
4. polietileno baja densidad PEBD. 
5. Polipropileno PP 
6. Prestreno PS 
7. Otros plásticos 

La reciclabilidad de los plásticos depende del tipo de plástico. Los termoplásticos pueden recuperarse mediante fusión. Los residuos deben ser, en la medida de lo posible, de una sola clase de plástico, para que los nuevos productos tengan buenas propiedades. 
Cuando se intenta volver a fundir una mezcla de plásticos, algunos son descompuestos por la temperatura empleada, mientras que otros ni tan solo se reblandecen 

VIDRIO: El primer paso en el proceso de reciclado de vidrio es la limpieza. Aunque el vidrio se encuentre mezclado en distintos colores, no influye para la producción de nuevos envases, ya que al vidrio de color, se le trata con decolorante. Es por eso la importancia del blanco, ya que es más puro y minimiza el uso de decolorante. 
En primer lugar se retira el grueso de plástico que contienen los envases, luego el vidrio es lavado en una especie de "lavarropas", el cual le va quitando los vestigios de tierra o de grasa que pueda poseer. Una vez que está limpio, va pasando por distintos tamices y martillos, en los que se va moliendo hasta lograr la granulometría necesaria. El próximo paso es por un recipiente especial con imanes donde quedan los vestigios de metal Una vez finalizado este proceso, se funde en un horno a 1.600 grados centígrados en una proporción de 50% de vidrio reciclado y 50% de materia virgen para lograr, como resultado final, los nuevos envases de vidrio. El proceso desde que entra al horno, hasta lograr como resultado final nuevos envases de vidrio, dura 24 horas. 

RESIDUOS ORGÁNICOS: La composta es el proceso de la descomposición de Los desperdicios orgánicos en el cual, la materia vegetal y animal se transforman en abono. Los materiales orgánicos que puedes usar para hacer composta pueden ser de origen vegetal o animal: 
Vegetal: 
• Hojarasca, pasto o hierba 
• Aserrín 
• Ceniza 
• Desperdicios de la cocina como:-Cascara de fruta-Fruta echada perder-Tortillas con moho-Sobras de comida 
Animal: 
• Estiércol 
• Vísceras y residuos de carne 


Junta el material orgánico que se produzca en tu casa. Agrega una capa de este desperdicio al composteo. Agrega una capa de tierra del jardín. Rocía con agua lo que acabas de poner, pero cuidando que no quede muy mojado, solo húmedo. Tapa el tambo o la caja con una lona o lo que se le parezca, cuidando de que cuando llueva no le vaya a entrar agua a tu composta. Aproximadamente en 20 días, dependiendo de la temperatura ambiente, tendrás un material semis eco, que se utiliza como abono orgánico a las plantas de jardín. 





Existen dos métodos para el reciclado de plásticos:
1. Reciclaje mecánico
Es el método más utilizado en España. Consiste en cortar las piezas de plástico en pequeños granos para posteriormente tratarlos. Los procesos de reciclaje mecánico comienzan con las siguientes etapas: trituración, lavado y granjeado (homogenización del material y corte en pequeños trozos).
Una vez terminado este proceso, la granza se funde y se le da una nueva forma al plástico, según el método utilizado, en forma de láminas, solidificándose en un molde frío, en forma de piezas huecas introduciendo aire en su interior o utilizando moldes a presión.
2. Reciclaje químico
Se basa en degradar los materiales plásticos, mediante calor o con catalizadores, hasta tal punto que se rompan las macromoléculas y queden solamente moléculas sencillas comúnmente llamadas monómeros. A partir de estos monómeros, se podrían conseguir otros tipos de plásticos o combustibles según la técnica utilizada. Esta técnica pese a ser menos utilizada que la mecánica, es la más prometedora, ya que al obtener monómeros básicos se pueden volver a hacer plásticos de la misma calidad que los originales.
Los plásticos reciclados pueden usarse para hacer:
- Madera plástica: para la creación de mobiliario urbano (bancos, vallas, etc.)
- Fibra textil: para ropa, alfombras, cuerdas, etc.
- Botellas: la mayoría de las botellas se vuelven a reciclar para obtener más botellas.
- Construcción: ladrillos, tuberías, vallas, etc.
Es muy importante que los consumidores conozcan las distintas aplicaciones que se obtienen a partir del reciclado de plásticos para que así se conciencien de la importancia de reciclar.


Cuando el material informático con el que trabajamos deja de funcionar o de ser útil, tenemos varias opciones para deshacernos de él. La más habitual (desgraciadamente) es depositarlo discretamente en el contenedor más cercano, cuando no dejarlo directamente en la calle. Existen sin embargo dos alternativas mucho más ecológicas y amigables que la primera, el reciclaje y la donación.
En esta entrada nos vamos a centrar en el reciclaje de material informático. Cuando los equipos ya no funcionan o son tan sumamente viejos que no van a poder resultar de utilidad a nadie más, la mejor opción es optar por su reciclado. Muchas de las partes que los componen contienen materiales lo suficientemente tóxicos para que sea aconsejable no deshacerse de ellos de cualquier manera.
Plomo, selenio, cadmio, mercurio y otros, son elementos perjudiciales para nuestra salud, por no hablar ya del medio ambiente y del impacto que supone no sólo el tipo de residuos, sino su cantidad. Según los datos que figuran en un informe de Alejandro Castan, ingeniero informático y docente catalán, en el año 2005 sólo en españa se generaron 20.000 toneladas de basura electrónica, y el 90% de ella acaba en vertederos inadecuados.
En equipos adquiridos a partir del 1 de enero de 2006, nos podemos acoger a la normativa vigente, el Real Decreto 208/2005, que regula entre otras cosas la gestión de los residuos electrónicos y eléctricos. Según éste, son los fabricantes de los aparatos los que están obligados a hacerse cargo de su reciclado e incluso de recogerlo en el domicilio de su cliente, sin posibilidad de repercutir ningún coste a éste último (con toda probabilidad ya lo han repercutido en el precio del aparato).
En caso de equipos adquiridos antes de esta fecha u ordenadores clónicos, sin marca, los usuarios tenemos la alternativa de depositarlos en puntos verdes, limpios, ecoparques, como los llamen en cada lugar. Muchos ayuntamientos tienen establecidos sistemas de recogida que cubren esta necesidad, siendo ellos los que se encargan de transportar los residuos a los puntos adecuados.

Si tenéis material de desecho, no dudéis en poneros en contacto con el ayuntamiento de vuestro municipio para preguntar si ofrecen este servicio. Si no es así, o preferís hacerlo vosotros mismos, al final de la entrada os dejo un enlace a la página de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en la que disponen de una base de datos de puntos limpios en la que podréis buscar aquellos cercanos a la ubicación de su empresa.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario